Add parallel Print Page Options

22 »Su Majestad ya sabía todo esto, y aunque lo sabía no quiso ser humilde. 23 Al contrario, Su Majestad mandó traer las copas del templo de Dios, y en ellas bebieron Su Majestad y todos sus invitados. Para colmo, en vez de que usted adorara al Dios que lo hizo y que tiene poder sobre su vida, tanto usted como sus invitados adoraron a sus dioses. ¡Esos dioses no pueden ver ni oír ni pensar, pues están hechos de metal, madera y piedra!

»Tales acciones de Su Majestad hicieron enojar al Dios del cielo. 24 Por eso él mandó que la mano escribiera:

Read full chapter